Mi corazón se ha tornado cristal y se ha roto en mil pedazos que no logro reconstruir. Yo vivía frío, contemplando los días eternos mientras nada parecía suceder ni avanzar. Fue Paloma, quien revivió el mundo que hasta entonces yacía sombrío en mis pupilas.
Vuélame alto, Paloma, vuélame alto. Que yo pueda admirar tu lienzo, sobre el que poder amar.